Tocarle a uno la negra. Tener una suerte negra. Venirle la negra.
La expresión "tocarle a uno la negra" significa tener mala suerte. Cejador, en una nota a la copla 739 del Libro del Buen Amor nos comenta que "el tirar a suertes es cosa viejísima, por creer que Dios manifestaba así su voluntad. Así la suerte, en frase de Platón (Leges, 6) es juicio y sentencia de Dios. Hacíase en Grecia y Roma con habas blancas y negras, v. gr., para la elección de los magistrados públicos, metiendo cada uno la suya en el cántaro y sacando al azar. La blanca era la venturosa; la negra, la desventurada. Otras veces se hacía con piedrezuelas blancas y negras. De las habas o piedras negras y blancas se dijeron las suertes blancas y negras, y los hados, que son los juicios divinos manifestados por ellas".
El color blanco ha estado asociado siempre a la buena suerte, y el negro a la mala. Dicen que las Parcas, las divinidades de la mitología griega que marcan el Destino de los hombres, utilizaban lana blanca para una vida feliz y prolongada, dejando la lana negra para una existencia corta y desdichada. Cuando se iba acercando el final de la vida a los mortales, las Parcas tejían siempre con lana negra.