Victoria pírrica.
La expresión "victoria pírrica" se emplea para referirnos a los éxitos cuya consecución no ha merecido la pena por haber costado grandes esfuerzos y sacrificios. Es una victoria lograda con igual o más daño del vencedor que del vencido.
La expresión se refiere a Pirro, rey de Epiro, que lucho toda su vida contra los romanos, a los que derrotó en varias ocasiones.
En la batalla de Heraclea (280 antes de Cristo), Pirro obtuvo una gran victoria sobre los romanos en el sur de Italia. Había desembarcado con sus soldados y sus elefantes en Tarento, y los elefantes destrozaron a la caballería romana.
Sin embargo, la pérdida de cerca de cuatro mil soldados, entre ellos sus mejores generales, le hizo exclamar a Pirro, al conocer la buena noticia de su victoria: "si consigo otra victoria como ésta, estoy perdido".